Continuamos con el cambio de mano entre las piernas:
Al igual que comentábamos en el cambio de mano por delante, no siempre el jugador ha de realizar el cambio. En ocasiones, debemos mantener la misma dirección y la misma mano de bote y superar así al defensor. Esto es lo que diferencia a un buen jugador de un gran jugador: ese que es capaz de tomar una decisión o cambiarla en una pequeña fracción de segundo.
Recomiendo que leáis los artículos ya publicados sobre el cambio de mano por delante, ya que muchos aspectos son comunes a todos los cambios (en este caso en concreto aún más). Podemos añadir algunas particularidades del cambio de mano entre las piernas:
Continuamos el artículo anterior donde lo dejamos:
Ser justo. Esto es fundamental y casi nunca lo cumplimos, ni siquiera los primeros entrenadores.
Exigirles pero siempre con respeto y dentro de la lógica. No puedes reprenderles con dureza porque fallen una entrada a canasta (le pasa hasta a los profesionales), pero si tienes y debes hacerlo cuando no te hacen caso, no se esfuerzan, no trabajan en defensa...
Creo que es una persona necesaria pero no imprescindible en un equipo. Lo importante es que esta persona asuma su rol (que lo tiene) y lo cumpla. Se me ocurren algunas consejos que yo he dado a los que he tenido durante muchos años y que también son aplicables a un primer entrenador:
No faltar a los entrenamientos ni llegar tarde. Dar un buen ejemplo llegando siempre antes que los chavales y saliendo justo después.
Estar atento al entrenamiento. No eres una farola puesta por el Ayuntamiento. Es preferible que participes y te equivoques a que no hagas nada.
He dejado al margen de los artículos anteriores tres aspectos para destacarlos, ya que los considero bastante importantes y porque son de esos aspectos del juego que no suelen venir en los manuales sobre baloncesto: