FORMACIÓN ENTRENADOR
Siempre he pensado que la frase "hay que seguir formándose y aprendiendo cada día", era un poco exagerada y de cara a la galería. Pero, por lo menos en el ámbito de los entrenadores, es una verdad como un templo de grande.
Recomiendo, mejor dicho, OBLIGO a todos los entrenadores a que, de vez en cuando, vean las sesiones de entrenamiento de otros preparadores. Se aprende un montón (incluso de aquellos de los que nunca pensamos que lo haríamos) y da cierta frescura a nuestras ideas.
No es muy habitual ver ejercicios de dominio y manejo del balón o de tiro salvo en edades muy tempranas, cuando es evidente que debe ser uno de los aspectos que más se debe trabajar, antes que sistemas y otras cosas extrañas que hacemos.
Cuántos de nosotros no terminamos con pequeños partidos!!! No es tan grave: tampoco está mal si lo hacemos marcando ciertas premisas.
Desde hace unos años (reconozco que pocos), he incorporado a mis lista de ejercicios a realizar un montón de ellos, pero ha sido realmente hace poco tiempo cuando han empezado a cobrar sentido.
La mayoría de ellos los realizaba al principio de la sesión o en el propio calentamiento, pero jamás los realizaba al final. Y he descubierto que son mucho más efectivos a última hora. ¿Por qué? Porque una de las principales premisas que debe trabajarse es realizar ejercicios que se asemejen a situaciones reales que se dan en un partido.
Entonces, ¿dónde estaba, creo yo, mi mayor error? No estaba tanto en los ejercicios en si, sino en el momento de trabajarlos. Hay un aspecto que NO está presente en los calentamientos o en el principio de los entrenos, y que SI está en los partidos y que cambia absolutamente todo: el CANSANCIO.
Además de la tensión o de los nervios propios de un partido, el cansancio es una variable que lo condiciona todo.
Cuando un jugador está más cansado o más nervioso, no ejecuta los movimientos con la misma rapidez y eficacia que cuando se realizan en plenas facultades. Su toma de decisiones no siempre es la mejor y, está demostrado científicamente, que el cansancio físico lleva aparejada una MENOR ATENCIÓN o la ausencia total de la misma. Esto que es obvio, es algo que se puede trabajar y que recomiendo encarecidamente que así se haga.
Es en los momentos finales de muchos partidos cuando éstos realmente se deciden y cuando el jugador debe tomar las decisiones acertadas, lo que no es fácil cuando hay un déficit de oxígeno. Además del aspecto físico y mental que evidentemente todos los entrenadores del mundo trabajan, hay que adecuar esas situaciones a nuestras planillas de ejercicios e incorporarlos.
NOTA:
Ojo!!! No hay que confundir:
- ENTRENAR aspectos básicos como el bote, el 1x1 o el tiro en situaciones de exigencia física
con
- ENSEÑAR los fundamentos básicos del juego cuando el jugador está realmente cansado.
Son dos cosas totalmente distintas.
¡ AH !... De verdad, pasaros por los entrenos de otros compañeros. Lo agradeceréis vosotros y vuestros jugadores.
VIVA EL BALONCESTO !!!
I LOVE THIS GAME !
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