<H1>TÉCNICA, TÁCTICA Y TOMA DE DECISIONES</H1>

TÉCNICA, TÁCTICA Y TOMA DE DECISIONES

    Los entrenadores necesitamos que nuestros jugadores tomen decisiones y para ello, éstas serán mejores, si les dotamos de un amplio abanico de fundamentos técnicos y tácticos. Esto hará que los jugadores sean mucho mejores individualmente y, por supuesto, esto repercutirá positivamente en el juego del equipo.

   Y con esto nos referimos al juego con balón y sin balón, la mecánica de tiro, los diferentes tipos de pases... Centrándonos un poco más: hoy empezaremos hablando de la técnica y de la táctica individual y colectiva. Son dos conceptos que suelen separarse pero que, en mi opinión, van inequívocamente unidos.

   Pensáis que exagero, ¿verdad?. Un ejemplo, muy gráfico: ¿de qué me sirve tener un jugador con una mecánica de tiro excelente, si es incapaz de buscarse una buena situación para realizar dichos tiros? o, ¿de qué me sirve tener 46 sistemas de ataque perfectos y repetidos hasta la saciedad, si luego nuestros jugadores no pueden realizarlos con eficacia porque no son capaces de hacer buenas acciones técnicas?

   En palabras llanas, podríamos decir a grandes rasgos que, en jugador con balón:

• La técnica individual sería qué hace con el balón cuando lo recibe.
• La táctica individual sería cómo hace eso que ha pensado ejecutar en el punto anterior.
• Pero nos estamos olvidando de un punto intermedio, algo que interelaciona y une ambos: la toma de decisiones.

   Por tanto, todas esas acciones están muy relacionadas, van unidas y debemos tenerlas muy en cuenta a la hora de formar a los jugadores.

   Vamos a centrarnos en la toma de decisiones de una forma muy global. Esto se lo vi hacer a un compañero de club hace unos años y me encantó. Es una tontería, pero igual os sirve de ayuda. 

   Todos estaréis pensando en el típico ejercicio de toma de decisiones en el que:

• Si el defensor me flota, debo lanzar.
• Si el defensor se pega mucho a mí, debo atacarle con bote.
• Si el defensor tiene un pie más adelantado, debo atacar su espalda
• Etc.

   Todos estos ejercicios son muy válidos, por supuesto. Pero normalmente, en este tipo de ejercicios, las decisiones están muy limitadas: o haces esto o lo otro. Y además el entrenador suele explicarlas, antes incluso de comenzar.

   Ahora vamos a tratar de mover el árbol y ver si nuestros jugadores son personas o simples robots. Es muy simple. Después del calentamiento previo les decimos que vamos a jugar un partido (generalmente esto les sorprende y les encanta porque a todos nos gusta jugar partidos).

   Hacemos los dos equipos y les decimos que jugamos un partido..., pero que vamos a jugar con dos balones. No les damos más información. A jugar, ¡¡¡rápido!!!

   El partido durará 3 o 4 minutos (o debemos pararlo en ese momento). Los jugadores estarán desconcertados. Algunos sólo defendían, otros sólo atacaban, otros iban por toda la pista como pollos sin cabeza y otros no se movían apenas. Ni siquiera contarán los puntos.

   Ahora pasamos a la parte 2. Mismos equipos, mismas reglas. Ahora si, GANA el equipo que meta 6 puntos. No les decimos nada más. ¡A jugar!. Cuando esto acaba y visto desde fuera, podemos darnos cuenta de varias cosas:

• Un mismo jugador, un mismo chico, toma decisiones distintas de las que ha tomado la primera vez que hemos hecho el ejercicio, fundamentalmente por dos motivos:
• Ya conoce el ejercicio y sabe dónde pueden sacar más ventaja, que es lo que mejor pueden hacer para su equipo (quedarse a defender, sólo atacar, defender a alguien en concreto todo el campo, centrarse en un sólo balón...).
• La propia competición: a los jugadores, por lo general, lo que les gusta es jugar partidos y competir y, si es posible, ganar (no conozco a nadie que entrene para perder).

   Además, el simple hecho de ser partido con puntuación y el hecho de que haya un ganador y un perdedor, hará que los jugadores estén mucho más intensos.

    Por último, vamos a darle una vuelta de tuerca más a nuestro ejercicio: ahora elegimos un capitán y les damos un minuto, como si fuese un tiempo muerto, para que los jugadores hablen entre ellos, se reúnan y, sin entrenador, tomen sus propias decisiones. A mi en este caso, me gusta rizar el rizo y no elegir un capitán: de este forma vemos quién toma el liderazgo, quién tiene un papel más secundario...

   ¿Qué suele ocurrir? Pues normalmente harán que dos de su jugadores (los mejores ofensivamente), se centren en atacar siempre y los otros tres en defender; o al revés, tres atacando y dos defendiendo. Ambas serán buenas decisiones, pero serán eso, decisiones tomadas por los jugadores, en poco tiempo, con total libertad y buscando sacar el mayor rendimiento.

   Una variante muy buena para este ejercicio es hacer dos equipos totalmente descompensados: colocar a los 5 más grandes y pesados en un equipo y los más ligeros, rápidos y bajos en el otro. La toma de decisiones es aún más importante es este caso.

   Alguno se estará preguntando que a dónde quiero llegar con todo esto. Bueno, aparte de ser algo curioso, llamativo y que suele gustar a los jugadores porque rompe la rutina de entrenamiento, a mi personalmente me ha hecho darme cuenta de que, en formación, los entrenadores somos muy importantes y pieza básica en el día a día, en el entrenamiento; pero que en el partido son los propios jugadores los que tienen que meter o no las canastas y que nuestro trabajo es importante, sobre todo, durante la semana. 

   La cuota de decisiones de un entrenador durante un partido es limitada: quinteto titular, cambios, tiempos muertos y poco más. Los jugadores, durante el partido, tienen que tomar miles de decisiones: paso o tiro, corto o no me muevo, voy al rebote de ataque o algo el balance defensivo... Y esas decisiones serán mejores si les damos una buena base durante la semana. ¿Vosotros qué pensáis?

VIVA EL BALONCESTO !!!

I LOVE THIS GAME !

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