<H1>DIRECCIÓN DE PARTIDO</H1>

DIRECCIÓN DE PARTIDO

   Lo primero que tenemos que tener claro es que no será igual la dirección de un partido de un equipo de minibasket que la de un equipo profesional. Vamos a dar una serie de directrices o consejos que sirvan de forma general pero, evidentemente, la cosa cambia mucho en función de la calidad, edad, presión, etc, de los equipos a los que dirigimos.

• PREVIA DEL PARTIDO

   Aquí encontraremos una de las principales diferencias en función del equipo del que estemos llevando el control. Así, por ejemplo, si se trata de un equipo profesional de una liga como la ACB o cualquier liga europea o la NBA, son habituales las concentraciones en hoteles ante partidos importantes (por ejemplo, para la preparación de la copa del rey o de la Final Four de la Euroliga). 

   En este caso, la llegada al campo se produce entre 1 hora y media y 2 horas antes del partido. Si es posible, aprovechar para hacer algo de tiro en la cancha donde se va a disputar el encuentro. Unos 45 minutos antes, justo antes de salir al calentamiento final, podemos aprovechar para dar unas últimas directrices (la charla "definitiva"), recordando o enfatizando 3 o 4 puntos claves.

    Si hablamos de un equipo normal, de un equipo cadete, infantil..., el calentamiento comenzará unos 30 o 35 minutos antes de comenzar el encuentro y todo lo anterior no se producirá.

   Aunque 10 minutos antes de empezar debemos dar el quinteto inicial a la mesa, yo prefiero guardarme el secreto a mis jugadores hasta segundos antes de comenzar, especialmente si no hablamos de profesionales, porque eso les hará calentar a todos con intensidad y no relajarse sabiendo que no van a salir en el 5 inicial.

   En el minuto previo al partido, decirles dos cosas: una de ataque y una de defensa y dar el quinteto.

• PRIMER Y SEGUNDO PERIODOS

   Los primeros minutos son muy importantes. Hay que salir bien en el partido, concentrados e intensos. El entrenador debe abstraerse por unos momentos y analizar a su equipo y al contrario y ver si las cosas están yendo como teníamos planificado.

   En caso contrario, analizar cuáles son los motivos y actuar en consecuencia (cambio de jugadores, tiempos muertos, cambios tácticos...).

   Como norma general a tener en cuenta podemos decir que si un jugador comete la segunda falta personal, es recomendable cambiarlo y reservarlo para los dos últimos periodos.

   Mantener un nivel alto de intensidad y concentración y no olvidarse de las rotaciones de los jugadores para mantener un alto nivel físico y lo más competitivo posible. El partido es muy largo y hay que llegar bien a los minutos finales.

   Intentar que sea nuestro equipo el que marque el ritmo y controle el partido, que seamos nosotros los que decidamos a qué ritmo se juega. Si no es así, debemos aplicar soluciones tácticas y estratégicas para recuperar el control del partido.

• DESCANSO

   A mi me gusta que los jugadores entren al vestuario, beban agua y puedan hablar durante dos o tres minutos sin la presencia del entrenador (que desconecten un instante, no atosigarles nada más sonar la bocina). En el caso de que contemos con ayudantes o segundos entrenadores podemos comentar con ellos cómo va la cosa y que debemos mejorar.

   Una vez entramos al vestuario, sólo habla el entrenador (algunos prefieren escuchar). A mi personalmente me gusta que todos escuchen y no interrumpan. Si el partido va mal, hay que tratar de convencer a los jugadores de que se puede sacar adelante y proporcionarles soluciones para poder hacerlo. Hay que decirles lo que han hecho bien para que lo sigan haciendo o lo mejoren; y lo que han hecho mal para corregirlo y solucionarlo.

   A veces, podemos usar recursos para intentar hacerles reaccionar: "pincharles" un poco, una bronca fuerte, herir su orgullo buscando una reacción... Pero mucho cuidado, no todos los equipos reaccionarán igual y ni siquiera dentro de un mismo equipo, dos jugadores reaccionan igual ante un mismo estímulo.

• TERCER Y CUARTO PERIODOS Y ÚLTIMOS MINUTOS

   El control del partido es ahora fundamental y las faltan pueden empezar a ser un verdadero problema. No cometer faltas "tontas", regalando tiros libres al equipo contrario y cargándose de faltas. Esto es algo que recomiendo trabajarlo en los entrenamientos

   Si el partido está igualado en los minutos finales, tener preparadas soluciones para dichas situaciones:

- una defensa alternativa a la que hemos plateado.

- un sistema de ataque que no hemos empleado.

   Cada posesión vale su peso en oro y debemos tener claro si queremos buscar ataques rápidos o largos, cargar el juego interior o combinarlo con el exterior, si decidimos cambiar la defensa o no...

   Es básico llegar vivos al final del partido y, si es posible, con nuestros mejores jugadores en las mejores condiciones físicas y anímicas posibles. Por ello es importante todo el trabajo previo de rotaciones, controlando los minutos de juego de cada jugador, así como el número de faltas que han cometido.

   Si el partido está igualado, cuidar los pequeños detalles que pueden decIdirlo: faltas de jugador y de equipo, quien tira bien o mal los tiros libres en ambos equipos, número de posesiones que quedan y cómo vamos a jugarlas...

   Mantener la concentración para que no se nos escape nada, ser competitivos hasta el final y saber aprovechar nuestros puntos fuertes y esconder nuestras debilidades. Puede ser muy importante el porcentaje de tiros libres de los jugadores de ambos equipos (en un equipo profesional, incluso podemos conocer qué jugadores bajan sus porcentajes en los minutos finales con cansancio o por la presión del resultado).

   Luchar hasta el final, hasta el minuto 0:00 y dejar todo en la pista, tanto los jugadores como los entrenadores. Si el resultado es negativo pero se ha hecho todo lo que se ha podido, salir con la cabeza bien alta y orgullosos del trabajo, de los chicos y de su esfuerzo.

   Dejar pasar un tiempo antes de analizar el partido. En caliente, los análisis se ven distorsionados por nuestras emociones.

VIVA EL BALONCESTO !!!

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