ENTRENADOR. CÓMO SOMOS. REQUISITOS (II)
Terminábamos nuestro artículo de la semana pasada, enumerando una serie de puntos o requisitos que todo buen entrenador ha de valorar a la hora de hacer su trabajo. Decíamos que podíamos resumirlos en 7 requisitos:
- Autocontrol
- Dirección de equipo y de grupo
- Gestión del grupo y del entorno
- Habilidades y destrezas para la enseñanza
- Transmitir valores: cuáles, cómo, cuándo...
- Liderazgo
- Otros
Vamos a hablar un poco de cada uno de ellos.
Es fundamental saber controlar nuestras emociones, nuestras reacciones, nuestras formas de expresión y comunicación. Somos un referente y un ejemplo para los jugadores en muchos aspectos, tanto en lo positivo como en lo negativo. Hay que mantener la calma y transmitir esa tranquilidad a los jugadores. Un pequeño consejo que me dijo un entrenador que tuve de joven:
"Siempre es mejor hacer las cosas bien, que intentar siempre llevar la razón".
2. Dirección de equipo y de grupo:
Tenemos que ser justos siempre con los jugadores. Tal vez lo más recomendable es que el primer día, antes de empezar el primer entrenamiento, nos sentemos con los jugadores y establezcamos unas normas básicas de comportamiento para todos los miembros del grupo, incluido el entrenador, y mantenerlas durante todo el año (asistencia a entrenamientos, puntualidad...). Debemos ser justos y cumplir las normas durante toda la temporada. Si no las respetamos, las cambiamos o hacemos excepciones, los jugadores dejarán de creer en ellas, perderán el respeto por las mismas y disminuirá la creencia y la confianza en el entrenador.
3. Gestión del grupo y del entorno:
Tenemos que "poner los pies en la tierra" y ver dónde estamos (en un equipo de colegio, en un club de baloncesto, en un equipo profesional...). Las condiciones, nuestros actos y las consecuencias de los mismos serán diferentes en cada caso. No será lo mismo dirigir a un grupo de chicos de minibasket en un equipo de un pequeño colegio que si somos los responsables de un equipo profesional de adultos.
4. Habilidad y destrezas para la enseñanza:
No es suficiente con saber. Hay que enseñar y eso no siempre es tan fácil. Hay personas que saben mucho de baloncesto pero no son buenos entrenadores porque no dominan o no tienen habilidades específicas para la enseñanza. También se va aprendiendo con el tiempo. Como en otros aspectos de la vida como el trabajo o las relaciones personales, vamos cogiendo experiencia, mejorando..., lo que se conoce como "tener tablas".
No sólo somos entrenadores de baloncesto. No basta con ganar o conseguir mejores jugadores. Eso es solo la mitad del trabajo. También somos personas que pasamos mucho tiempo con los jugadores y hay que saber comportarse, saber que muchas veces somos un espejo donde, sobre todo los más jóvenes, se fijan en cuanto a manera de comportarse, vocabulario, forma de vestir...). Tenemos que cuidar hasta los detalles más insignificantes.
6. Liderazgo:
Un buen entrenador tiene que saber no sólo gestionar jugadores, sino también gestionar personas. Cada jugador es distinto, tiene sus propias habilidades, su propia personalidad, su propia evolución... Tenemos que conocerlos y empatizar con ellos, pero siempre dejando claro que el entrenador eres tú y ellos son los jugadores. Hay que mantener una cierta distancia, pero no ser totalmente inaccesibles.
7. Otros:
Este último requisito sirve para resumir todos aquellos que no tienen cabida en los anteriores. Va desde ser un buen motivador, hasta preocuparse por ellos dentro y fuera de las pistas, conocer sus relaciones afectivas, su situación familiar y académica, etc. Siempre es recomendable conocerlos (sin agobiarles ni atosigarles), pero si haciéndoles ver que nos preocupamos por ellos.
Este último requisito sirve para resumir todos aquellos que no tienen cabida en los anteriores. Va desde ser un buen motivador, hasta preocuparse por ellos dentro y fuera de las pistas, conocer sus relaciones afectivas, su situación familiar y académica, etc. Siempre es recomendable conocerlos (sin agobiarles ni atosigarles), pero si haciéndoles ver que nos preocupamos por ellos.
Para terminar y como complemento a estos 7 puntos, voy a enumerar unos pequeños consejos que a mi me han servido y que espero puedan ayudaros:
- Seguir formándose. Ver entrenamientos, leer libros, ver páginas web, asistir a charlas, clinics...
- Saber aplicar esas experiencias a nuestras circunstancias. No podemos copiar un ejercicio o un sistema de ataque de un equipo profesional y tratar de aplicarlo tal cual a nuestro equipo infantil porque fracasaremos ya que los jugadores no están totalmente desarrollados ni físicamente, ni en el aspecto técnico, mental...
- Evitar ser el entrenador-colega de sus jugadores. Hay que mantener siempre cierta distancia, evitar las preferencias y los prejuicios personales. Ser justos con los chicos, preocuparse por ellos pero siempre dejar claro quien "manda".
- No confiarse, no dejar de evolucionar, no acomodarse, ser humildes. No hay nada peor para un entrenador que ver que sus propios jugadores le demandan más interés y compromiso, nuevos ejercicios, nuevos conocimientos... Nunca sabemos tanto como para no seguir formándonos.
- Ver entrenamientos de compañeros. Incluso del entrenador más incapaz he conseguido aprender algo: un ejercicio, una idea... ALGO.
- Tener una buena relación con los padres, buscando su complicidad pero evitando que participen en la toma de decisiones. Yo, personalmente y aunque suene un poco mal, soy de los que creo que los padres deben dedicarse a llevar a los hijos, pagar las cuotas y animar desde la grada y nada más.
Espero que alguna de estas ideas os sirvan de ayuda y os hagan reflexionar un poco.
VIVA EL BALONCESTO !!!
I LOVE THIS GAME !
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