ENTRENADOR EN FORMACIÓN: SU COMUNICACIÓN (I)
Ya hemos hablado mucho de los entrenadores en formación. Pero poco lo hemos hecho de cómo el entrenador se expresa, se comunica y se relaciona con sus jugadores. Hay muchas y diversas formas de hacerlo en función de la edad de los jugadores, el club en el que estamos, si es nuestro primer año con ellos o ya los conocemos de antes, etc.
A continuación vamos a relatar cómo nos comunicamos con el equipo. Es algo que va mejorando con el tiempo y la experiencia. Reconocemos que en algunos puntos, personalmente, tenemos que seguir trabajando. Son sólo pequeños consejos.
- Claridad: hay que ser claro con los jugadores. Mirarles a los ojos y decirles lo que se piensa (siempre con respeto y con buenas formas). Si entrenamos a niños más pequeños no podemos ser tan claros y debemos tratar de animarles y usar, incluso, "mentiras piadosas".
- Conciso: esto es fundamental. Da igual que sean muy jóvenes o mayores, buenos o malos. Los jugadores sólo aplicarán un pequeño porcentaje de lo que les digamos. Si somos claros y concisos puede que hagan realmente lo que les pedimos. Soy de los que creo que es mejor que sepan hacer 10 cosas muy bien, a que les suenen 1.000 cosas distintas pero no realicen ninguna correctamente.
- Progresión lógica: ir siempre desde lo más simple a lo más complicado. Esto también se aplica a la comunicación con los jugadores. No debemos abrumarlos con demasiadas ideas o conceptos. Los jugadores tienen que ir paso a paso evolucionando y necesitan un tiempo para interiorizar y asimilar ciertas ideas.
- Ser un buen gestor de grupos y personas: cada jugador es un mundo, cada uno tiene su propia personalidad, su habilidad para el aprendizaje, su propia evolución... No podemos tratar y decir lo mismo a todos los jugadores aunque sean de la misma edad y del mismo equipo, ya que responderán de diferentes formas ante los diferentes estímulos. Unos necesitan que estemos continuamente animándoles y dándoles un refuerzo positivo; otros necesitan que les estemos "pinchando" porque se relajan con facilidad. De cara a ellos tampoco podemos tratarlos de maneras muy distintas porque pueden pensar que nos les tratamos igual (y es verdad),que les tenemos manía...; de cara a ellos debemos mantenernos muy parecidos en nuestra comunicación con ellos. Eso si, en persona, en un momento en el que el juego está parado, al finalizar un tiempo muerto,..., podemos aprovechar para hacer esa comunicación más personal e individual.
- Ser flexibles y saber escuchar: El entrenador debe mostrarse confiado, con personalidad y no dejarse avasallar. No debe mostrar dudas e indecisiones a la hora de comunicarse porque los jugadores perderán la confianza en el entrenador si no le ven convencido de lo que está diciendo. Eso si, hay que saber escuchar a los jugadores porque a veces ellos te darán claves que a ti te han pasado desapercibidas. Hace poco días, en un partido, escuché como dos jugadores (ya cadetes), hablaban de los saques de fondo del equipo contrario. Yo no me había dado cuenta, pero el equipo contrario siempre buscaba una medida de distracción pero siempre le pasaba el balón al mismo jugador (uno muy grande y potente). Al siguiente tiempo muerto, les pedí que defendieran en zona y el equipo contrario nos entrego literalmente el balón en la mano y nos regaló un contraataque y los dos puntos respectivos.
- Decir 1.00 veces "bien" por cada "mal": cada uno tiene su estilo y forma de llevar los equipos. A mi me gusta premiar el esfuerzo y castigar la apatía, sobre todo en defensa. Los jugadores realizan muchas acciones durante un partido, muchas de ellas pasan desapercibidas para el gran público (aspectos defensivos, buenos bloqueos...). Debemos destacar a jugadores que se sacrifican por el equipo haciendo ese "trabajo sucio" para que, por ejemplo, otro brillen en ataque. Yo trato de equiparar ambas cosas y darle la misma importancia a la una y a la otra.
- Conocer el juego, su terminología, su simbología y usarla: si existe una expresión para un determinado gesto o movimiento lo recomendable es que los jugadores conozcan lo que significa y lo usen con frecuencia. De esta forma lo asimilarán mejor. Si, por ejemplo, la "triple amenaza" es un concepto del juego que significa que un jugador en ataque debe estar preparado para tirar, pasar y botar, ¿por qué voy a inventarme una expresión nueva si ésta ya existe en el argot del baloncesto? ¿Qué hay de malo en que los jugadores aprendan determinadas expresiones?. Al contrario, yo creo que siempre es positivo y beneficioso a la larga. Además, cuando los jugadores van creciendo y el juego se va complicando, si no comprenden lo elemental, si no manejan un vocabulario y unos conceptos básicos, si no saben interpretar un símbolo en una pizarra al dibujar una jugada, será más difícil que sus futuros entrenadores hagan que esos jugadores evolucionen.
VIVA EL BALONCESTO !!!
I LOVE THIS GAME !
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