<H1>EL CONTRAATAQUE. IDEAS BÁSICAS</H1>

EL CONTRAATAQUE: IDEAS BÁSICAS

Durante muchos años, y así me lo enseñaron mis entrenadores cuando yo era pequeño, el contraataque se corre por tres calles: la calle central (por donde corre el balón) y dos calles laterales (por donde corren los potenciales receptores).

En los últimos años se han introducido dos cambios más o menos importantes:

La inserción de dos nuevas calles dentro del carril central por donde subiría el balón, dejando sólo el centro para que corran los trailers.
La idea de no subir el balón por el centro sino por una de estas nuevas calles.

Pero ¿por qué se hace todo esto?. Ya desde hace algunos años, se intenta evitar el centro para subir el balón. ¿El motivo?. Es bastante sencillo: los jugadores del equipo contrario bajan a defender por el centro. El carril central está demasiado saturado de gente como para intentar subir el balón por esa zona.

Una buena forma de llevar rápido el balón a campo de ataque es hacerlo por una de estas dos nuevas calles, justo al lado de la central, siempre intentando que haya, mínimo, dos jugadores abiertos, uno en cada lado corriendo por los laterales muy pegados a la línea de banda.

Otra de las ideas básicas que queremos recalcar es la importancia del primer pase, ya sea después de un robo de balón, de un rebote defensivo o, incluso, después de encajar una canasta.

Los posibles receptores del segundo pase, correrán muy cerca de las líneas laterales de banda para hacer el campo lo más grande posible y, además, para poder ver el balón aunque estemos corriendo hacia delante.

Resumiendo podríamos decir que un buen contraataque es aquel que:

El primer pase es rápido y a un lateral (no pegado a la banda, pero si fuera de la zona y cerca de la altura de la prolongación imaginaria de la línea de tiros libres.
Correr bien abiertos y siempre con jugadores por delante del balón.
Los pases han de ser rápidos y tensos. Los jugadores llevarán la cabeza levantada en todo momento y siempre con la idea primera de dar el pase adelantado a un compañero mejor colocado.
Para finalizar ser agresivos hacia el aro, siendo muy fácil tener éxito: canasta, falta personal o ambas cosas.
Cargar el rebote ofensivo: las marcas defensivas no estarán claras y habrá cierto desorden que debemos aprovechar.

Para los interiores, también tenemos algunas directrices:

Una de ellas es que se acostumbren siempre a correr el contraataque ya que algunos tienden a dar el primer pase y quedarse quietos, pensando que nunca les va a llegar el balón.
El contraataque lo corren todos los jugadores, no solo los exteriores o "bajitos".
Los interiores que están abiertos a la hora de recuperar la posesión de balón, correrán y actuarán como lo haría un exterior (siempre puede haber excepciones: jugadores extremadamente lentos o con problemas a la hora de controlar el balón; pero como hablamos sobre todo de formación, que todos se acostumbren a hacer de todo).
Si el exterior ocupa su posición más lógica, cerca del aro, deberán actuar de la siguiente manera:

Lo primero de todo es asegurarse el rebote. Nadie corre el contraataque antes de tener la posesión del balón en nuestro poder.
Una vez conseguido (robo, rebote o canasta recibida), el primer pase ha de ser rápido y correr por el centro. Aquí introduzco algo un poco diferente a lo convencional. Antes existía la figura del trailer como tal, que era aquel jugador grande que corría por el centro y llegaba en segunda oleada o que directamente corrían a ocupar una posición en el poste bajo o alto. Yo propongo una nueva posibilidad, sólo es una opción: los interiores, en cuanto el equipo tenga asegurada la posesión, corren directamente por el centro hacia el aro, siendo agresivos y llegando con tiempo para un posible rebote ofensivo.
Si reciben por ese carril central muy cerca de la canasta contraria, ser agresivos al aro, evitar las faltas en ataque y las pérdidas de balón (normalmente pasos) y cargar el rebote ofensivo. Si reciben lejos de la canasta soltar rápidamente el balón a uno de las calles laterales y seguir corriendo por el centro.
Los exteriores deben conocer cuáles son las habilidades, virtudes y defectos de los interiores: normalmente un pase picado o algo atrasado les hará cometer errores. Muchas veces un pase alto o bombeado es la mejor opción para este tipo de jugadores, para que sólo tengan que levantar el balón hacia canasta. Esto se puede ver y practicar en los entrenamientos de la semana.

No queremos dejar de recalcar otros aspectos que consideramos muy importantes a la hora de correr el contraataque.

El aspecto mental. Cuando empieza una temporada, todos los entrenadores o el 99,99% de ellos dicen que sus equipos van a tener una defensa muy agresiva y van correr siempre el contraataque. Ahora bien, eso hay que trabajarlo y mucho para poder ejecutarlo bien (empezando por una buena defensa y bloqueo del rebote defensivo) y sobre todo, convencer a los jugadores de ello.
Para ello es bueno practicarlo en situaciones reales que se asemejen a situaciones de partido. Podemos empezar con un 3x0 o un 5x0 pero rápidamente debemos ir introduciendo defensas. Esto, además, mejorará nuestro balance defensivo.
Otra opción es hacer ejercicios de contraataque o jugar partidos en los que limitemos al máximo el número de botes (1, 2 o, incluso, ninguno), obligando a los jugadores a colocarse rápidamente, a llevar siempre un compañero por delante del balón, etc. Si, por ejemplo, estamos jugando un 5x5, podemos establecer que una canasta en contraataque valga el doble, para incentivar que lo hagan.
Otra opción es limitar la posesión de balón de los equipos. Muy sencillo: un partido 5x5 con la siguiente norma: las posesiones de cada equipo serán de, por ejemplo, 8 segundos, lo que les obligará a correr y buscar siempre el pase antes que el bote (además, como ya hemos dicho, servirá para trabajar y mejorar el balance defensivo).

Sacar rápido después de una canasta encajada tiene más elementos positivos de los que parece. Por un lado puede permitirnos conseguir un rápido contraataque que sirva de replica a la canasta que hemos recibido. Además obliga al equipo contrario a estar totalmente concentrado y ser rápidos en su repliegue defensivo. Esto también crea un cierto estrés, incluso temor, en los equipos contrarios hasta tal punto que, para evitar dichos contraataques, el rival cambiará su forma de atacar: harán más tiros lejanos asegurándose jugadores cerca de su propio campo, cargarán menos el rebote ofensivo por miedo a la réplica rápida, etc.