EXPERIENCIAS COMO ENTRENADOR AYUDANTE
El blog lleva algún tiempo inactivo... pero no he abandonado el baloncesto, al contrario. Le estoy metiendo todavía más horas, si es que se puede.
Estoy conociendo una vertiente que tenía bastante olvidada y que casi no conocía: la de ser segundo, entrenador ayudante o como queráis llamarle... ¡y en 2 equipos a la vez!
Estamos hablando de dos equipos, uno femenino y otro masculino. No son profesionales, pero casi. Mi experiencia está siendo totalmente distinta:
- En el equipo de chicas que juegan en la 2ª Nacional Femenina (algo así como la cuarta división nacional), estoy aprendiendo un montón. El entrenador principal es un "freak" de esto: tiene preparada la temporada, cada sesión, cada ejercicio. Hace un seguimiento de las jugadoras, tanto física como técnicamente y tácticamente. Estudia a los rivales pero sin perder de vista que lo importante es nuestro equipo. Es una suerte que un club como el nuestro pueda contar con un personaje así.
Es un ejemplo, sin duda, un auténtico enamorado del baloncesto. Pero tiene un fuerte carácter y no quiere que las jugadoras se esfuercen menos de lo que él lo hace. Si, ya sé que no son profesionales, pero tienen que darlo todo en cada partido y en cada entrenamiento... y me parece bien. Ya sabéis que soy de lo que pienso que la competición (bien entendida) es parte de la formación y esa formación sólo acaba el día que dejas de jugar.
¿Cuál es mi papel? Bueno, en lo deportivo, me ocupo de controlar los minutos de las jugadoras, las estadísticas en general, el tema de las faltas... Mi papel creo que es mas importante en la parte no deportiva: la parte emocional, tan importante en estos grupos. Las mujeres son maravillosas, sin duda, pero son tan complejas..., cada una es un mundo. Suelo ser el que siempre da ese grito de ánimo, el que no deja que las chicas bajen los brazos, el que "baja la temperatura" cuando el primero pone las pilas a las chicas. Él lleva al grupo, se encarga de todo, se carga de toda la responsabilidad y es quien echa las broncas cuando son necesarias.
- Mi experiencia en el otro equipo es totalmente distinta. Son chicos y aunque la edad es parecida, el nivel es diferente. Pero la diferencia no está en el género o la diferencia de categoría (estarán en la sexta o séptima categoría nacional).
El primer entrenador de los chicos es un buen entrenador, un buen tipo y un enfermo del baloncesto. Sabe de esto, sin duda. Se prepara los entrenamientos, los ejercicios... En este sentido, no hay diferencia con el equipo femenino. Pero, ¿por qué mis sensaciones son tan diferentes?
Pues la diferencia principal está en la gestión del grupo... y ¡Qué importante es!. Son chicos jóvenes entre los 17 y 20 años. Es una edad fantástica en muchos aspectos, pero también complicada si no sabes llevarlos bien. Son buenos chavales, buenas personas, se divierten y entrenan duro... a veces. Pero rondan los 18 años y lo de esforzarse, sobre todo en defensa, no les gusta demasiado.
No son profesionales, pero el esfuerzo y la actitud no se negocian a estas edades. Y ese es el problema de este equipo: nadie les da un toque de atención, nadie les castiga, nadie les hace "pagar" su pereza y eso, en mi opinión, es un error. El primer entrenador lo basa todo en el diálogo, en la comprensión, en la empatía (y me parece genial), pero a veces hay que poner las cosas en su sitio. No todo se puede arreglar con diálogo. En el mundo real hay guerras, asesinatos, desigualdad...
Si, ya sé que lo he exagerado todo, pero lo que quiero expresar es que a veces se necesita un líder, y ese líder, a veces debe enfadarse. Ese papel, que se conoce popularmente, como "poli malo" lo tiene que hacer alguien en un cuerpo técnico de dos o más entrenadores, y como mi compañero, el primero, no ejerce ese papel, yo pensé que alguien debía hacer en momentos puntuales del Sargento de "La Chaqueta Metálica" (si, otra vez estoy exagerando).
Pero me equivocaba.... Ese papel, debe hacerlo siempre, siempre, siempre, el primer entrenador. Su autoridad no puede quedar cuestionada por los jugadores, pero tampoco por un segundo que, queriendo ayudar, está socavando la jerarquía del primer espada.
Sí: en este tipo de equipos tiene que haber un poli bueno y un poli malo, el ying y el yang... Llamadlo como queráis. Si el primero no asume esa responsabilidad, no soy partidario de que lo hagan los demás. Eso no quiere decir que no sea un gran entrenador pero, si no tienes esa responsabilidad, no puedes dirigir esos equipos.
El primer entrenador debe ser un faro, debe ser un líder y eso, en el mundo real y con chicos jóvenes requiere, unas veces, de cierta disciplina, y otras veces de buenas palabras y diálogo.
Hablando con el entrenador del equipo de chicas le conté lo que me estaba pasando por la cabeza y estuvo de acuerdo conmigo. Me dijo:
"¿Conoces la gráfica de la leche?"
"¿Qué es eso?"
"Jaja... Cuando estás tratando con chicos jóvenes y no tan jóvenes, el primero debe ser el líder y ejercer la autoridad que el puesto le da. Eso supone llevar el peso del equipo, la responsabilidad primera y última de lo que ocurre en el mismo, asumir las críticas y reconocer errores, saber recoger los halagos como un "bien, pero hay que seguir",... pero debe también debe tener un poco de mala leche. Y el segundo entrenador debe equilibrar la temperatura de la leche. Mira te lo dibujo"
En la pizarra de baloncesto me pinto algo parecido a esto:
" Si el primero llega a mala leche 60, por ejemplo, el segundo debe equilibrar con 60 de buena leche; si el primero llega a 80 de mala leche, el segundo debe alcanzar los 80 de buena leche. El 0, es el punto de equilibrio perfecto que hace que ese tándem funcione".
Lo miré extrañado, miré la pizarra y asentí con la cabeza.
Sé que no es un método muy ortodoxo, pero creo que la gráfica de la leche es la leche.
VIVA EL BALONCESTO !!!
I LOVE THIS GAME !
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