SORPRESAS CON UN NOVATO
Hace unos días empezaron a entrenar los más pequeños. No voy a entrar en la eterna discusión de si estos grupos debe llevarlos gente experimentada porque todo tiene sus puntos fuertes (es una edad muy importante, se adquieren vicios y rutinas para toda la vida, el trato con los niños es fundamental, hay que "tener mano derecha e izquierda", etc) y sus contras (generalmente se entrena a horas tempranas y los buenos entrenadores no pueden y otros muchos no quieren entrenar a esas horas, los entrenadores con experiencia suelen tener un mayor aspecto competitivo que puede ser demasiado para estas edades, los sueldos o salarios que se pagan suelen ser los más bajos en estas categorías, etc).
Simplemente diré que nosotros tenemos entrenadores jóvenes que están empezando y que, bajo la tutela de alguien más experimentado, aprenden "el oficio". Sé que hay gente que piensa que hay que poner a los mejores entrenadores en esta edad pero, seamos realistas, eso no suele ocurrir. Pero y de aquí surge este artículo, el otro día me llevé una tremenda sorpresa. Estaba entrenando uno de nuestros equipos benjamines y la entrenadora estaba haciendo un juego y me pareció tan divertido y tan instructivo que os lo voy a contar.