BOTE. DEFECTOS FRECUENTES
Por encima de todos los demás, el error más habitual es el de botar nada más recibir el balón.
Poner rápidamente el balón en el suelo hace que perdamos la ventaja de la triple amenaza sobre el defensor (tiro, pase, bote). Sólo hay que botar si se tiene un propósito o un objetivo con ello (por ejemplos, rebasar a un defensor, abrir una línea de pase, buscar una buena posición de tiro...)
Lógicamente, los errores o defectos más habituales son aquellos que no cumplen todo lo referido en la técnica de bote, su uso, su altura... Aún así y, a modo de resumen, podemos citar los más clásicos:
- Mirarlo mientras lo botamos.
- No dominarlo con ambas manos y por ambos lados.
- Golpear el balón y usar en exceso la palma de la mano en vez de los dedos.
- Dar botes "inútiles".
- Hacerlo demasiado flojo, demasiado bajo o demasiado alto.
- "Ser botado" por el balón.
- Botarlo demasiado cerca o demasiado lejos del cuerpo.
- Botarlo delante de los pies, impidiendo o ralentizando cualquier acción posterior de avance.
- Dar más botes de los que son realmente necesarios.
- Botar en las esquinas o cerca de ellas (facilitando el papel de la defensa).
- Botar y coger el balón sin tener claro qué vamos a hacer con él, en posiciones demasiado alejadas del aro y de los compañeros.
- Dar un bote antes de tirar. Algunos jugadores son incapaces de tirar sin botar después de recibir un buen pase y aunque estén en una situación ideal para lanzar. Esto puede ser producto de un mal "vicio" o porque no han trabajado bien la posición y necesitan un bote para equilibrarse.
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